Vivir en un pequeño pueblo aislado del mundanal ruido ya no es tan
tranquilo como antes. Ni tan seguro. En estos últimos meses se han
registrado
una oleada de robos en varios municipios de Madrid
de no más de 6.000 habitantes, como Villa del Prado (5.536 vecinos) o
Miraflores de la Sierra (5.769), debido a que cuentan con menos
vigilancia que las urbanizaciones o las grandes ciudades y a lo
indefenso de su población (son, sobre todo, gente mayor), tal y como
alertan la Policía y los vecinos.
Esto se comprueba con los últimos datos del Ministerio de Interior sobre
las infracciones penales registradas en la comunidad el primer
trimestre de 2012. Hubo
3.554 robos con fuerza a en domicilios, un 19,1%
más que en el mismo periodo de 2011, cuando se contabilizaron 2.983. Es
el tipo de delito que más ha crecido, junto con los robos con violencia
e intimidación (de 5.079 a 5.813, un 14,5% más).
"Este aumento se debe a los atracos y hurtos en ámbitos rurales. Los
delincuentes se han dado cuenta de que son zonas más difíciles de
vigilar. Aunque también influye la crisis, porque saben que l
a gente está sacando el dinero de los bancos para guardarlo en sus casas", explica José María Benito, portavoz del Sindicato Unificado de Policía.
Cierre de cuarteles
Algunos vecinos de estos pueblos aseguran también que el motivo puede deberse
al cierre de cuarteles de la Guardia Civil
y su abandono de las villas más pequeñas para centrarse más en los
grandes municipios rurales. Sin embargo, el Instituto Armado afirma que
en la región "no se ha cerrado ni un solo cuartel, y tampoco hay
previsión de hacerlo".
Por otro lado, un agente de la Benemérita que opera en la zona de la
Sierra afirma que las bandas de atracadores han dejado de lado las
urbanizaciones, que cada vez cuentan con más vigilancia privada, para
centrarse en las localidades con una población más envejecida y débil.
"Pero tampoco son las grandes bandas profesionales que piensa la gente.
Se trata de pequeños grupos de gitanos y rumanos. Aficionados, pero
bastante violentos", apostilla.
Los ejemplos abundan en toda la región. Así, a principios de año los
vecinos de Miraflores de la Sierra empezaron a patrullar por su cuenta
por los numerosos robos que se registraban en sus casas y fincas, que
también denunció la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). Hasta 11 al mes llegaron a registrar.
Más tarde, en mayo, la Guardia Civil detuvo a dos personas por su
implicación en tres delitos de robo con fuerza en Collado Mediano (5.732
habitantes). Varios días después se detenía a una banda acusada de seis
robos en viviendas de Ciempozuelos, San Martín de la Vega y Valdemoro.
Villa del Prado, el silencio de un municipio sumido en el miedo a los robos
Tirones de bolsos, atracos en viviendas, timos... la lista de delitos
que han venido sufriendo los habitantes de Villa del Prado estos
últimos meses es muy extensa, pero
la población parece muda y ni comerciantes ni vecinos quieren hablar
con los medios. "Este pueblo es muy bonito y muy tranquilo. La huerta
de Madrid. No vamos a darle mala fama ni que los ladrones piensen que
tienen veda libre para venir por aquí", explica un residente que
prefiere mantenerse en el anonimato.
No vamos a dar al pueblo mala fama ni que los ladrones piensen que tienen veda libre para venir aquíLas quejas vienen de hace un año, pero la gota que colmó el vaso fue
la muerte de un anciano en su casa después del asalto de unos atracadores
a finales de mayo. La versión oficial es que falleció de un infarto,
pero los vecinos aseguran que fue por los golpes recibidos. Ante la
situación, algunos pradeños convocaron una manifestación en la plaza
del pueblo, la misma que días antes, de madrugada, había visto pedir
auxilio a una jubilada cuya casa acababan de atracar. "Las viviendas
eran céntricas y no muy grandes. Sencillamente van a por la gente
mayor", afirma la dependienta de una joyería atracada el verano pasado.
En el Hogar del Pensionista los mayores reconocen el miedo. "Mira, yo
antes, cuando salía a pasear cada día siempre dejaba la puerta abierta,
como en todos los pueblos. Pero
ahora cierro bien cerrado, por si acaso",
explica Félix Recio, de 79 años. "Llevo toda mi vida en el pueblo y
nunca había visto algo así. A veces ha habido robos, claro, pero no con
esta violencia", dice.
En el bar de la gasolinera, que también ha sufrido varios robos,
tampoco quieren hablar. Pero, por el camino nos señalan los repetidos
carteles de alarma de varias casitas. "¿Las veis? Los vecinos las han
empezado a instalar", comenta otro pradeño.
"No es normal que esto pase por aquí. Lo más parecido ocurrió hace años en una urbanización que tiene seguridad privada".
Cae una banda de asaltantes
La semana pasada la Guardia Civil desarticuló una banda organizada formada por
15 personas de nacionalidad rumana
y responsables de 98 robos con fuerza en viviendas y establecimientos
de Madrid, Toledo, Ávila y Segovia. Estaban especializados en el cobre y
habían llegado a «inutilizar», según la Benemérita, el alumbrado de
urbanizaciones enteras en El Berrueco y Talamanca del Jarama (Madrid).
La base de la banda se encontraba en la plaza de Legazpi (Arganzuela).
FUENTE: http://www.20minutos.es/noticia/1513264/0/atracos/pueblos/madrid/