El Ministerio del Interior estudia que una parte de la seguridad en
el interior de las cárceles corra a cargo de empresas privadas ante la
imposibilidad económica de cubrir las 1.800 plazas de funcionarios de
prisiones vacantes en este momento. Una cifra enorme si tenemos en
cuenta que una prisión tipo (mil internos) necesita en torno a 480
funcionarios. El ahorro en salarios se acercaría a los 48 millones de
euros anuales. José Ramón López, presidente de ACAIP, el sindicato
mayoritario de prisiones, calificó ayer de disparate la iniciativa y
anunció medidas de presión para evitar los planes del departamento.
Ignacio
Ulloa, secretario de Estado de Seguridad, reconoció el pasado 28 de
junio en la comisión de Interior del Congreso que el departamento no
tiene funcionarios de prisiones para proveer los nuevos centros
penitenciarios y que es necesario que "poner mucho ingenio entre todos
para poder paliar estas deficiencias (...) y buscar alternativas" que,
dijo, pasan por la seguridad privada. El número 2 de Interior afirmó que
"un ciudadano con una mínima formación que pueda ser contratado" podría
asumir algunas de las tareas de seguridad en el interior de las
prisiones y liberar funcionarios para reubicarlos en otros
establecimientos penitenciario, sin que por ello se pueda acusar al
departamento de estar privatizando las cárceles. Las tareas asignadas a
los vigilantes privados de seguridad serían todas aquellas en las que no
hay contacto directo con la población reclusa, como el control de las
cámaras de seguridad.
Ulloa cifró en 67.000 reclusos la actual
población penitenciaria y en 80.000 el número total plazas en las
cárceles. Datos que rebate el presidente de ACAIP, que asegura que a
fecha 22 de junio el número de internos ascendía a 60.631 (siete mil
menos, la capacidad de siete prisiones como la de Soto del Real) y
reduce prácticamente a la mitad el número de plazas, concretamente
41.192 funcionales, las que forman parte de los módulos de vida
ordinaria (de ellos se excluyen las correspondientes a los departamentos
de ingresos, enfermería y aislamiento). "Si el secretario de Estado
utiliza estos datos, no entendemos cuál es la necesidad de abrir nuevos
centros, si ya tenemos plazas más que de sobra", señala José Ramón
López.
ACAIP calcula que de llevarse a cabo el plan Interior
se ahorraría 48 millones de euros anuales en salarios (26.000 euros
brutos de un funcionario recién incorporado por los 1.800 puestos que no
se cubrirían), aunque duda que la contratación de seguridad privada
rebajase sustancialmente el coste. "Es cierto que la situación económica
es la que es, pero la contratación de seguridad privada ni es gratis ni
es barata teniendo en cuenta los importantes márgenes de beneficio del
que disponen las empresas que se dedican a esta actividad -señala José
Ramón López-. No nos equivoquemos, las empresas están para ganar dinero,
no para prestar un servicio público de calidad, y los estándares de
formación, conocimientos y experiencia del personal distan mucho de lo
deseable". Las cinco últimas prisiones inauguradas (Murcia II, Las
Palmas II, Menorca, Zaballa y Pamplona I) están funcionando con solo el
50 ó 60% de los funcionarios que serían necesarios por su tamaño, según
datos sindicales. Un problema que también tienen los Centros de
Inserción Social (CIS) para los reclusos en tercer grado penitenciario.
Los
funcionarios de prisiones defienden que su sustitución por vigilantes
privados va contra la Ley Orgánica General Penitenciaria, que les asigna
en exclusiva la vigilancia interior de los centros, y la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, que les confiere la condición de Policía
Judicial en el ejercicio de sus funciones. ACAIP entregó ayer en
Interior un documento en el que rebaten el plan presentado por Ulloa en
el Congreso y reclaman la convocatoria de la Mesa de Seguridad (se creó a
raíz del secuestro del funcionario José Antonio Ortega Lara por ETA
para tratar exclusivamente asuntos de seguridad). Como alternativa, el
sindicato propone que se recurra a funcionarios interinos, tal como
prevé un real decreto aprobado el año pasado que autoriza la
contratación de personal temporal para cubrir necesidades urgentes e
inaplazables.
De concretarse el proyecto de Interior
("simplemente dejo la cuestión en el aire", dijo el secretario de Estado
en el Congreso) se sumaría a la decisión de que empresas privadas se
encarguen también la seguridad exterior de los centros, una labor que
desarrolla, salvo escasas excepciones, la Guardia Civil.
FUENTE: http://www.elconfidencial.com/espana/2012/07/04/interior-pretende-que-empresas-privadas-asuman-la-seguridad-de-carceles-para-ahorrar-48-millones-101310/
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