sábado, 27 de junio de 2009

TARJETAS DE IDENTIFICACIÓN PROFESIONAL (TIP)

He aquí algunas de las Tarjetas de Identificación Profesional de los Agentes de Seguridad Privada de diversas épocas y distintas categorías y/o especialidades.


Un ejemplo de habilitación profesional del año 1944:

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Con el paso de los años se elaboró el llamado Título-nombramiento del Vigilante Jurado de Seguridad que era una cartulina cerrada en librillo en la que venía el número de revólver asignado y que se obtenía previo examen escrito y ejercicio de tiro con arma corta que realizaba la Guardia Civil.





Este documento fue sustituido por unas tarjetas de cartulina con los datos personales en su reverso al ser traspasadas las atribuciones de examen y supervisión al Cuerpo Nacional de Policía.

Vemos aquí los pertenecientes a los renombrados como Vigilantes de Seguridad.





























Similares tarjetas pero éstas con los datos por el anverso para los Escoltas Privados:




La Guardia Civil continuó con las competencias de examen y supervisión de los Guardas Particulares del Campo y sus especialidades los Guardas de Caza y los Guardapescas Marítimos:

















Tras el fatídico cambio anterior donde se perdió el necesario carácter de Agentes de la Autoridad, se procedió a cambiar la tarjeta de cartulina por una mas práctica de plástico:




















































Pero como España es un país de botijo y pandereta y somos dados ha hacer las cosas mal y a trabajar doble y lento, pues a nuestras iluminadas autoridades no se les ha ocurrido nada mejor para derrochar los recursos naturales y económicos que facilitar documentos provisionales hasta recibir la tarjeta definitiva que en algunos casos puede suponer mas de 12 meses de espera y que se ha de renovar cada 10 años:




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NOCIONES BÁSICAS SOBRE EXTINTORES Y EXTINCIÓN DE INCENDIOS

En la organización de un plan de protección contra incendios en un centro de trabajo merece especial importancia la elección de los elementos materiales más adecuados y eficaces. Si se tiene en cuenta que el extintor es el primer elemento que se usa en los primeros minutos de iniciación de un fuego se puede afirmar que de él depende que la propagación del fuego se aborte o no. Elegir un buen extintor significa conocer que agente extintor es el más adecuado y que tipo y eficacia de extintor conviene. Además la efectividad de su uso depende de que se efectúe la actuación según lo recomendado por las entidades de reconocido prestigio en la lucha contra incendios y de que su mantenimiento y ubicación sea el correcto según la reglamentación o normativa correspondiente.


Extintores de incendios portátiles

Están concebidos para que puedan ser llevados y utilizados a mano teniendo en condiciones de funcionamiento una masa igual o inferior a 20 kg.

Dentro de los tipos más usuales se encuentra el extintor de incendios de presión permanente, que a su vez se presenta en tres modalidades.

  • La primera corresponde a aquellos en que el agente extintor proporciona su propia presión de impulsión, tal como los de anhídrido carbónico.

  • La segunda está formada por aquellos en que el agente extintor se encuentra en fase líquida y gaseosa, tal como los hidrocarburos halogenados, y cuya presión de impulsión se consigue mediante su propia tensión de vapor con ayuda de otro gas propelente, tal como nitrógeno, añadido en el recipiente durante la fabricación o recarga del extintor.

  • La tercera modalidad es la de aquellos en que el agente extintor es líquido o sólido pulverulento, cuya presión de impulsión se consigue con ayuda de un gas propelente, inerte, tal como el nitrógeno o el anhídrido carbónico, añadido en el recipiente durante la fabricación o recarga del extintor.

Otro tipo de extintor es el de presión no permanente. En ellos el agente extintor puede ser líquido o pulverulento y están sometidos a la presión atmosférica. El agente impulsor suele ser un gas inerte tal como el nitrógeno o el anhídrido carbónico, que va contenido presurizado en un botellín instalado dentro o fuera del extintor. Este tipo de extintor lleva una válvula de seguridad 6 tarada a 0.8 veces la presión de prueba, porque suponemos que su capacidad es superior a tres litros. Además el botellín si es de anhídrido carbónico y su capacidad es superior a 0.40 litros, dispone de un disco de seguridad tarado a una presión aproximada de 190 kg/cm2


Selección de un extintor portátil

En principio se debería tener en cuenta para que clase de fuego se quiere el extintor. Para ello se considerará lo expuesto en el reglamento de instalaciones de protección contra incendios (ver tabla 1). En la elección del agente extintor se deberá prescindir del halón, para así cumplir con el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono y que está ratificado por el estado español Se podría elegir algunos de los productos alternativos de los halones que están autorizados.

Tabla 1. Agentes extintores y su adecuación a las distintas clases de fuego según el Reglamento de instalaciones de protección contra incendios.

(R.D. 1942/1993. BOE 14.12.1993).


AGENTE EXTINTOR

CLASE DE FUEGO (UNE-EN2 1994)

A
(Sólidos)

B
(Líquidos)

C
(Gases)

D
(Metales especiales)

Agua pulverizada

OOO (2)

O



Agua a chorro

OO (2)




Polvo BC (convencional)


OOO

OO


Polvo ABC (polivalente)

OO

OO

OO


Polvo específico metales




OO

Espuma física

OO (2)

OO



Anhídrido carbónico

O (1)

O



Hidrocarburos halogenados

O (1)

OO



Siendo: OOO Muy adecuado / OO Adecuado / O Aceptable

Notas:

  1. En fuegos poco profundos (profundidad inferior a 5 mm) puede asignarse OO.

  2. En presencia de corriente eléctrica no son aceptables como agentes extintores el agua a chorro ni la espuma; el resto de los agentes extintores podrán utilizarse
    en aquellos extintores que superen el ensayo dieléctrico normalizado en UNE-23.110.

Tipos de fuego

Todos los combustibles arden en fase gas o vapor. La peligrosidad de un combustible depende fundamentalmente de su capacidad de emitir gases o vapores en la unidad de tiempo a una temperatura determinada (bajo el aspecto de ignición y propagación de llama).

Dichos gases o vapores mezclados con el aire pueden inflamarse y si existe suficiente volumen de mezcla, generar una explosión.


Según el combustible

Gases

Son los más peligrosos; se mezclan íntimamente con el aire y su ignición puede provocar una explosión. Producen llamas.


Líquidos

Son tanto más peligrosos cuanto más volátiles sean. Cuando se manejan a temperatura superior a la de inflamación la mezcla de sus vapores con el aire se inflama con violencia y si hay suficiente volumen de mezcla pueden provocar explosiones. Producen llamas.


Sólidos

Son tanto más peligrosos cuando menos densos sean. Cualquier combustible reducido a polvo y dispersado en el aire (nube), se inflama con violencia explosiva. Al arder normalmente producen llamas y brasas (excepto la cera, parafina y similares).



Métodos de extinción

Para que un incendio se inicie o mantenga, hace falta la coexistencia en espacio y tiempo con intensidad suficiente de cuatro factores: Combustible, Comburente (aire), Energía y Reacción en Cadena (radicales libres). Si se elimina uno de los factores o se disminuye su intensidad suficientemente, el fuego se extinguirá. Según el factor que se pretenda eliminar o disminuir el procedimiento o método de extinción recibe el nombre de:


ELIMINACIÓN Combustible

SOFOCACIÓN Comburente

ENFRIAMIENTO Energía

INHIBICIÓN Reacción en cadena


Eliminación del combustible

El fuego precisa para su mantenimiento de nuevo combustible que lo alimente. Si el combustible es eliminado de las proximidades de la zona de fuego, este se extingue al consumirse los combustibles en ignición. Esto puede conseguirse:

  • Directamente cortando el flujo a la zona de fuego de gases o líquidos, o bien quitando sólidos o recipientes que contengan líquidos o gases, de las proximidades de la zona de fuego.
  • Indirectamente refrigerando los combustibles alrededor de la zona de fuego.

Sofocación

La combustión consume grandes cantidades de oxígeno; precisa por tanto de la afluencia de oxígeno fresco a la zona de fuego. Esto puede evitarse:

  • Por ruptura de contacto combustible-aire recubriendo el combustible con un material incombustible (manta ignífuga, arena, espuma, polvo, tapa de sartén, etc.)
  • Dificultando el acceso de oxígeno fresco a la zona de fuego cerrando puertas y ventanas.
  • Por dilución de la mezcla proyectando un gas inerte (N2 ó CO2) en suficiente cantidad para que la concentración de oxígeno disminuya por debajo de la concentración mínima necesaria. Se consigue el mismo efecto pero con menor efectividad proyectando agua sobre el fuego, que al evaporarse disminuirá la concentración de oxígeno (más efectivo si es pulverizada).

Enfriamiento

De la energía desprendida en la combustión, parte es disipada en el ambiente y parte inflama nuevos combustibles propagando el incendio. La eliminación de tal energía supondría la extinción del incendio.

Esto puede conseguirse arrojando sobre el fuego sustancias que por descomposición o cambio de estado absorban energía. El agua o su mezcla con aditivos, es prácticamente el único agente capaz de enfriar notablemente los fuegos, sobre todo si se emplea pulverizada.


Inhibición

Las reacciones de combustión progresan a nivel atómico por un mecanismo de radicales libres. Si los radicales libres formados son neutralizados, antes de su reunificación en los productos de combustión, la reacción se detiene.

Los halones son los agentes extintores cuya descomposición térmica provoca la inhibición química de la reacción en cadena.

Algunos autores postulan, que el gran efecto extintor sobre las llamas del polvo, es debido a una inhibición física por la separación espacial de los radicales libres, que provocan las minúsculas partículas de polvo proyectadas.

Incompatibilidades, (o baja acción extintora):

1.- El agua a chorro sobre fuegos tipo A, pueden dispersar el incendio, si los sólidos están disgregados.

2.- La efectividad del agua pulverizada sobre fuegos tipo B es nula para productos con temperatura de inflamación inferior a 38ºC y crece a medida que lo hace dicha temperatura de inflamación.

3.- El anhídrido carbónico es de muy baja efectividad en extinción de fuegos con extintores.

4.- El polvo puede dañar instalaciones delicadas.

5.- La utilización de halón, en forma de inundación total, es muy eficaz si se actúa en los primeros momentos del incendio, pero puede ser peligrosa sobre fuegos extendidos puesto que, si la temperatura del local es alta, la descomposición térmica del halón produce productos muy tóxicos.

6.- La utilización de agua sobre instalaciones en tensión en aplicación manual, puede entrañar riesgo de electrocución para el operador. Debe indicarse al respecto que dicho riesgo es en cierta parte una leyenda negra, puesto que, experimentalmente se ha demostrado que existe siempre una distancia de seguridad, desde la que se puede lanzar agua sobre instalaciones en tensión. El riesgo disminuye cuanto mayor es el grado de pulverización del agua y existen lanzas especiales que permiten extinguir con seguridad fuegos en tensión de hasta 300 Kilovoltios desde distancias de alrededor de 10 metros.

A pesar de lo anteriormente expuesto se recomienda que solo personal entrenado y especializado extinga fuegos en tensión con agua. Al respecto se recomienda la lectura del capítulo 1 de la Sección 13 del manual de protección contra incendios.

Otro parámetro a tener en cuenta sería el tamaño del fuego que viene indicado por la parte numérica del código que nos define la eficacia del extintor. Este código está determinado por la norma correspondiente. Si los recintos que se desean proteger están en edificios habrá que recurrir a lo dispuesto en la Norma Básica de la Edificación que corresponda según la fecha de construcción del inmueble o, en caso que exista, a la ordenanza municipal correspondiente.

Para establecimientos industriales, en espera de la publicación de la reglamentación específica, se aplicaría en primer lugar en caso que exista la ordenanza municipal correspondiente y si no hubiera se podría emplear como buen criterio las mismas normas básicas de la edificación mencionadas anteriormente.

La eficacia mínima indicada en la NBE-CPI/96 es de 21A-113B para la mayoría de usos de los edificios.

En esta misma norma es una referencia general que el número mínimo de extintores deberá ser el suficiente para que el recorrido real en cada planta desde cualquier origen de evacuación hasta un extintor no supere los quince metros.


Normas de utilización de un extintor portátil

El usuario de un extintor de incendios para conseguir una utilización del mismo mínima eficaz, teniendo en cuenta que su duración es aproximadamente de 8 a 60 segundos según tipo y capacidad del extintor, tendría que haber sido formado previamente sobre los conocimientos básicos del fuego y de forma completa y lo más práctica posible, sobre las instrucciones de funcionamiento, los peligros de utilización y las reglas concretas de uso de cada extintor.

Dentro de las precauciones generales se debe tener en cuenta la posible toxicidad del agente extintor o de los productos que genera en contacto con el fuego. La posibilidad de quemaduras y daños en la piel por demasiada proximidad al fuego o por reacciones químicas peligrosas.

Descargas eléctricas o proyecciones inesperadas de fluidos emergentes del extintor a través de su válvula de seguridad. También se debe considerar la posibilidad de mecanismos de accionamiento en malas condiciones de uso.

Antes de usar un extintor contra incendios portátil se recomienda realizar un cursillo práctico en el que se podría incluir las siguientes reglas generales de uso:


Descolgar el extintor asiéndolo por la maneta o asa fija que disponga y dejarlo sobre el suelo en posición vertical.

En caso de que el extintor posea manguera asirla por la boquilla para evitar la salida incontrolada del agente extintor. En caso de que el extintor fuese de CO2 llevar cuidado especial de asir la boquilla por la parte aislada destinada para ello y no dirigirla hacia las personas.

Comprobar en caso de que exista válvula o disco de seguridad que están en posición sin peligro de proyección de fluido hacia el usuario.

Quitar el pasador de seguridad tirando de su anilla.

Acercarse al fuego dejando como mínimo un metro de distancia hasta él. En caso de espacios abiertos acercarse en la dirección del viento.

Apretar la maneta y, en caso de que exista, apretar la palanca de accionamiento de la boquilla. Realizar una pequeña descarga de comprobación de salida del agente extintor.

Dirigir el chorro a la base de las llamas.

En el caso de incendios de líquidos proyectar superficialmente el agente extintor efectuando un barrido horizontal y evitando que la propia presión de impulsión pueda provocar el derrame incontrolado del producto en combustión. Avanzar gradualmente desde los extremos.


Mantenimiento de los extintores de incendio portátiles

En el plan de prevención y protección contra incendios en un centro de trabajo se incluye todo lo relativo a la cantidad, tipo, ubicación y mantenimiento de los extintores de incendio portátiles. Merece ser destacado que para que un extintor de incendios sea eficaz en el momento del incendio debe haber tenido un mantenimiento adecuado con las revisiones periódicas indicadas según el R.D. 1942/1993.


CONSEJOS PRÁCTICOS EN CASO DE INCENDIO


1.- MEDIDAS DE PREVENCIÓN


Para evitar, en lo posible, que se produzca un incendio deben tenerse en cuenta, entre otras, las siguientes medidas de prevención:


- Mantenimiento del orden y limpieza en los lugares de trabajo y almacenamiento.


- Mantenimiento en perfecto estado de las instalaciones eléctricas, evitando sobrecargas en los conductores.


- Manejar cuidadosamente pinturas, disolventes, lacas y barnices, procurando mantener una buena ventilación en los lugares donde se utilicen y usando los recipientes adecuados.


- Respetar escrupulosamente las limitaciones de fumar en áreas ya definidas. Asimismo, en aquellas áreas en las que se permite fumar, no arrojar las colillas y cerillas a las papeleras. Los ceniceros sólo se vaciarán tras haber comprobado que no hay colillas encendidas.


- Cuando se vayan a realizar trabajos en caliente (soldadura, cortes, etc...), inspeccionar previamente la zona para detectar posibles focos de ignición y retirar o proteger debidamente estos puntos. Si existe riesgo mantener en las inmediaciones un extintor de incendios adecuado, en perfectas condiciones de operatividad.


- Disponer los aparatos de calefacción a suficiente distancia de cualquier materia combustible (cortinajes, muebles, cables, etc...)


- No dificultar el acceso, ni siquiera temporalmente, a las bocas de incendios, extintores y puertas de emergencia.


Si existen instalaciones fijas de extinción (agua, halón, etc...) disponer los materiales de forma que no impidan su funcionamiento adecuado.

- Asegurarse de que las puertas estén cerradas, tanto durante las horas de trabajo como al abandonar el local.


- Comunicar cualquier anomalía en los medios de protección contra incendios.


- Conocer el riesgo de incendio derivado de los productos que se manipulan, los focos de ignición existentes en el área de trabajo y el procedimiento concreto de manejo de instalaciones y equipos.


- Conocer la localización de los pulsadores de alarma y de los extintores próximos, sabiendo para que tipo de fuego son adecuados.


- Conocer las vías de evacuación principales y alternativas.


- Inspeccionar el local al final de la jornada de trabajo para evitar cualquier causa de incendio, dejando desconectados todos los aparatos eléctricos que sea posible.


Si a pesar de todo ello, se declara un incendio, su actuación personal se ajustará a las siguientes instrucciones:


- Si es usted quien descubre la presencia del fuego, transmita la alarma inmediatamente utilizando el medio más próximo e informando, a continuación a la persona encargada de la vigilancia o control del área donde se haya producido.

Auxiliado por otra persona, comience el ataque al incendio con el extintor adecuado, siguiendo las instrucciones que figuren en él.


- Evite estar sólo cuando ataque un incendio, puede necesitar más extintores o quedar atrapado. Permanezca incorporado a las labores de extinción hasta que sea relevado, subordinado su propia iniciativa a las instrucciones que pueda recibir del Jefe de Edificio o Planta afectada.



2.- PROCEDIMIENTO DE ACTUACIÓN EN CASO DE EVACUACIÓN


- Cuando reciba la orden o suene la alarma, si la emergencia no es en su sector, permanezca en su puesto. Esté alerta, no fume y recoja sólo objetos personales.


- Si la emergencia es en su sector siga las instrucciones del equipo de salvamento, dirigiéndose con calma, pero rápidamente, al punto de reunión asignado a su sección, donde dará su nombre al responsable del equipo de alarma y evacuación.


- No haga uso de ascensores o montacargas, utilice las escaleras asignadas a su sector.


- No se deje dominar por el pánico.


- Abandone el edificio siguiendo las direcciones de las flechas de señalización.


- Camine deprisa y sin detenerse, ayudando a sus compañeros y guardando la derecha en sus desplazamientos por pasillos y escaleras.


- Una vez en el exterior, vaya al punto de reunión que le corresponda y no lo abandone hasta que se lo indiquen. No vuelva a entrar en el edificio por ningún motivo.



Como reflexión orientativa conviene pensar que salvo incompatibilidades en la extinción de un fuego si se utiliza polvo o halón la efectividad extintora puede ser más de cuatro veces superior a la del CO2 para un mismo peso de extintor portátil a transportar (más de dos veces por cantidad de agente extintor y más de dos por eficacia), con la ventaja para el polvo que puede accionarse a mayor distancia y por tanto con mejor óptica y menor riesgo para el operador.

OBTENCIÓN DE LICENCIAS DE ARMAS




Un particular puede ser titular de todas las licencias de armas excepto la A, que está reservada a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y al Ejército. Para la obtención de las restantes licencias, un particular debe cumplir unos requisitos concretos y adjuntar la documentación requerida para cada tipo de licencia.


Para todas ellas existen unos determinados documentos que les son comunes y que son necesarios para obtenerlas.

Son estos que se citan a continuación:

*Instancia oficial cumplimentada por parte del solicitante. Se obtiene en la Intervención de Armas y Explosivos de la localidad del domicilio del solicitante.

*Certificado de antecedentes penales del solicitante que la propia Guardia Civil tramita.

*Fotocopia del DNI o de la tarjeta de residencia del solicitante.

*Informe de aptitud psicofísica del demandante que se obtiene en los centros de expedición de certificados para carnet de conducción.

*Pago de la tasa legal para cada licencia.

El solicitante deberá presentar además otros documentos específicos para cada licencia.





LICENCIA TIPO B


Licencia tipo "B" que ampara un arma corta de autodefensa para particulares:

-El solicitante deberá justificar la necesidad de dicha licencia argumentando documentalmente dicha necesidad de arma corta para su seguridad personal.




LICENCIA TIPO C


Licencia tipo "C" que ampara armas largas y cortas para personal de Seguridad Privada y vigilancia:

*Certificado expedido por la empresa, entidad u organismo en la que el solicitante preste servicio.

*Fotocopia del documento que acredite la habilitación (TIP) del interesado para el ejercicio de funciones de Seguridad Privada.

*Declaración jurada del solicitante de no hallarse sujeto a procedimiento penal o disciplinario.










LICENCIAS TIPO D Y TIPO E


Licencias tipos "D" y "E" que amparan armas largas ralladas (rifles) para caza mayor, escopetas para caza menor, armas largas rayadas calibre .22, ballestas y similares:

*Documento en el que se acredite que el solicitante se dedica realmente a la caza o que practica deportes de tiro.




LICENCIA TIPO F


Licencia tipo "F" que ampara armas cortas y largas de concurso para tiro olímpico :

*Certificado de la Federación o su Delegación de Tiro Olímpico en el que se haga constar la condición de tirador y la categoría que ostenta el solicitante.

*Fotocopia de la licencia federativa del solicitante.




LICENCIA TIPO AEM


Licencia tipo "AEM" que ampara el uso (no la tenencia) de armas largas a menores de 18 años:

*Certificado de los antecedentes penales de la persona que ejerza la patria potestad o la tutela del solicitante.

*Fotocopia del NIF o de la tarjeta de residencia del solicitante y de su tutor.

*Autorización expresa en la que el tutor del solicitante se responsabiliza ante la autoridad pertinente (notario, alcalde, policía, Guardia Civil, etc).

*Certificado de aptitud psicofísica del menor.

Si el tutor es poseedor de una licencia de armas no tendrá la obligación de aportar estos documentos.






Para adquirir las licencias tipo D, E, F y AEM, el solicitante deberá superar las pruebas de capacitación que establezca el Ministerio de Interior para lo que se deberá deberá adjuntar el justificante de pago de las tasas correspondientes a cada prueba.



TARJETA EUROPEA DE ARMAS


Para la obtención de la Tarjeta Europea de armas "TE" para poder viajar por la Unión Europea con armas, se deberá presentar la siguiente documentación:

*Instancia oficial cumplimentada.

*2 fotografías tamaño carnet del solicitante.

*Fotocopia del NIF.

*Fotocopia de las licencias de armas que el solicitante quiera incluir en la Tarjeta.

*Pago de la tasa legal para la obtención la Tarjeta Europea de armas.

LA INTERVENCIÓN

La Real Academia de la Lengua, entre otras acepciones, dice que intervenir es tomar parte en un asunto, interponer uno su AUTORIDAD, interceder o mediar por uno, interponer entre dos o más personas que riñen o regañan…


“Desde el punto de vista de la seguridad, la intervención de los Agentes de Seguridad Privada ( en adelante A.S.P.) será el conjunto de acciones que éstos realicen para prevenir, mantener o restablecer la seguridad de las personas y bienes de cuya protección están encargados, o para impedir los delitos relacionados con la seguridad de esas personas o bienes.”

Esas acciones o intervenciones tendrán su fundamento en los siguientes preceptos legales:


-Art. 11 de la Ley 23/92, de Seguridad Privada.

-Art. 71 del Reglamento que desarrolla la Ley 23/92.

-Art. 76 del mismo Reglamento.


En los citados arts. 11 y 71 se definen las funciones de los A.S.P., y en el 76 se indica su actuación o intervención en casos de comisión de delitos.

Por otra parte, la obligación que los A.S.P. tienen de colaborar con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad en los asuntos que se refieran a las personas y bienes, establecimientos o vehículos de cuya vigilancia, protección o custodia estuvieren encargados, se refleja en los siguientes preceptos:


-Art. 1.4 de la Ley 23/92, de Seguridad Privada.

-Art. 66.1 del Reglamento que desarrolla la Ley 23/92.

-Art. 17 de la Ley 1/92, sobre protección de la Seguridad Ciudadana.


Así pues, los A.S.P. durante el cumplimiento de sus servicios, efectuarán intervenciones:


-Por mandato de la ley, en el cumplimiento de sus funciones.

-A requerimiento de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

-Por iniciativa propia.


Sea cual fuere la intervención que realicen y el fundamento por el que la realicen, deberá ajustarse a los principios básicos de actuación señalados en el art. 1.3 de la Ley 23/92, de Seguridad Privada: “El personal de seguridad privada se atendrá en sus actuaciones a los principios de integridad y dignidad, protección y trato correcto a las personas, evitando abusos, arbitrariedades y violencia, actuando con congruencia y proporcionalidad en la utilización de sus facultades y de los medios disponibles”.


ACTUACIONES DEL A.S.P.


El A.S.P., en toda intervención, además de ajustarse a los principios básicos señalados y a lo legislado al efecto, debe poner en práctica unas condiciones que, aunque obvias y sencillas, conviene señalar, pues son imprescindibles para que esa intervención resulte eficiente:

Esas condiciones mínimas son:


-Sentido común: es la facultad humana de juzgar razonablemente los hechos, facultad necesaria en quien ha de juzgar un hecho de forma rápida y razonable para intervenir según las circunstancias.


-Iniciativa: una persona tiene iniciativa cuando obra o decide por su propia cuenta, sin dejar de ajustarse por eso a las normas. El A.S.P. tendrá que tomar decisiones en el mismo lugar de la acción, a fin de resolver el incidente que no puede aplazar su solución.


-Serenidad: esta facultad, junto con la tranquilidad, calma y moderación, permitirá enjuiciar los hechos sin apasionamientos y con dominio de la situación.

Se intentará, por todos los medios, apaciguar y tranquilizar a las personas en sus disputas y a las víctimas o participantes en cualquier situación anómala.



Clasificación de las intervenciones


Según el fin que se persigan las intervenciones llevadas a cabo por los A.S.P., las podemos distribuir en dos grandes apartados:


-Prevención y disuasión.

-Reacción y asistenciales.


Prevención y disuasión:


La intervención parece suponer la existencia de un incidente y la consiguiente reacción o acción por parte del A.S.P., pero el procedimiento por el que interviene en los hechos, o en los posibles hechos, durante la mayor parte de sus servicios es por la prevención y disuasión.

“La máxima eficacia y el mínimo coste (económico, humano, de tiempo y de riesgo) se alcanza cuando se logra evitar un peligro antes de que se manifiesten sus efectos”.

Siempre será preferible evitar la aparición de un fuego o la consumación de un robo que tener que apagarlo o detener al culpable.

La mayor efectividad de la actuación de un A.S.P. se conseguirá cuando no se produzcan incidentes relacionados con el servicio que preste, como consecuencia de las medidas preventivas tomadas al efecto.

Estas medidas perseguirán algunos de los siguientes fines:


-Evitar que se cometan delitos en el lugar objeto de su protección y vigilancia.

-Evitar que algunas personas sena víctimas de esos delitos.

-Impedir la consumación de incidentes de tipo catastróficos (incendios, inundaciones, etc..).

-Impedir la alteración del orden en determinadas concentraciones masivas de público.


La disuasión es la otra faceta de lo que podemos llamar intervenciones pasivas de los A.S.P.. Su sola presencia puede hacer desistir a un posible agresor o intruso de su intento. La mayor dificultad para llevar a cabo una acción hace más improbable su ejecución.

Esta disuasión irá en razón directa a la actitud del A.S.P. en su servicio, materializada en algunas medidas externas, tales como:


-Uniformidad, prestancia y compostura.

-Cumplimiento exigente de horarios.

-Utilización adecuada de los medios disponibles.

-Cumplimiento de todas las órdenes de puesto.

-Trato correcto, pero enérgico y decidido con las personas.

-Estar situado siempre en el lugar adecuado.


Reacción y asistenciales:


Son las acciones realizadas cuando se ha producido ya un incidente de alguno de los siguientes tipos:


-De intrusión.

-Contra la propiedad.

-Contra las personas.

-De alteración del orden.

-Incendios, inundaciones y catástrofes.

-Fortuitos ocurridos a las personas en su lugar de servicio, buscando siempre el equilibrio que se debe mantener entre la obligación de auxiliar a las personas y la vigilancia que debe observar sobre el lugar de prestación del servicio.



FACTORES DE UNA INTERVENCIÓN


Para llevar a cabo cualquier intervención se han de analizar los distintos condicionamientos, variables o factores que influyen en la misma y hacen que cada una sea específica y tenga sus propias características, de tal forma que, ante un mismo supuesto, la variación de uno o más de los factores deberá modificar la intervención.

Algunos de estos factores son:


  1. Ambiente

Es el conjunto de circunstancias de carácter físico, social y personal que facilitarán o no el desarrollo de la intervención.

No será igual una intervención de restablecimiento del orden en un concierto de un grupo de rok en una determinada instalación, que la posible pero improbable intervención por el mismo motivo producido en un concierto de la banda municipal de la localidad en el mismo recinto.

También puede ser distinto el ambiente en unos grandes almacenes de una ciudad en la que se están produciendo problemas socio-laborales, que en los de una ciudad en la que no existen ese tipo de problemas.


  1. Topología

Hace referencia al entorno en el que se va a llevar a cabo la intervención.

Las características del lugar a tener en cuenta son:


-Si es un lugar amplio o reducido.

-Si es un lugar de trabajo, diversión, comercial, etc..

-Puntos conflictivos de la zona de actuación.


En relación con los ejemplos anteriores, existe una notable diferencia entre el citado concierto de rok y el servicio de vigilancia y protección prestado en un centro comercial.


  1. Información

Es un factor que influye considerablemente en el desarrollo de una intervención.

Es uno de los factores a tener en cuenta a priori al realizar cualquier servicio, ya que una de las principales medidas será obtener la mayor información posible, datos o instrucciones, en relación con el mismo como por ejemplo:


-Modalidades delictivas o incidentes o incidentes que predominan en el sector.

-Días y horas que registran las mayores incidencias.

-Zona más conflictiva.

-Tipología de delincuente o de público en general que predomina.


  1. Medios

La calidad de los recursos de que se dispone o se puede disponer en un determinado momento influyen condicionando la posible intervención.

Hay que recordar la limitación que la propia ley impone al A.S.P. en el uso de sus medios de defensa, frente al uso indiscriminado de los medios de que dispone quien se coloca al margen de la ley. Debe tenerse en cuenta no sólo los medios materiales del propio equilibrio del A.S.P. y los físicos y electrónicos instalados para auxiliarle en su trabajo, sino también los personales disponibles, y entre ellos el auxilio que pueden prestarle en una situación de emergencia los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad al ser requeridos para ello, así como el personal perteneciente a otras instituciones, como Cruz Roja, Bomberos, etc..


  1. Sujeto pasivo

Es un factor esencial en el desarrollo de una intervención, ya que esta recae primordialmente sobre personas, de tal manera que un mismo hecho concreto, en las mismas circunstancias, requerirá una variación sustancial de aquellas en función del individuo que se vea afectado, considerando su edad, cultura, fuerza, idioma, situación personal, etc….


  1. Consecuencias

La intervención se realiza, lógicamente, para obtener un determinado fin para el que cuenta con unos recursos y unos medios que ya se han comentado.

Ese fin será mantener la seguridad de las personas y los bienes, impedir la comisión de delitos en esos lugares, auxiliar a las personas, etc…. Es decir, de la intervención resultarán unas consecuencias que, en general, serán positivas pero que, por determinadas circunstancias, pueden resultar negativas.

Al mantener la seguridad de una persona puede lesionarse al delincuente, o incluso a un tercero accidentalmente. Al tratar de extinguir un fuego pueden producirse unos daños en el lugar del mismo. Estas posibles consecuencias deben tenerse previstas e intentar que el resultado de la intervención no sea contraproducente, generando una situación tan grave o más que la que se trató de evitar.



PATRULLA Y VIGILANCIA MÓVIL


Todo sistema integral de seguridad está compuesto por unos medios humanos, técnicos y organizativos que se complementan y cooperan para obtener esa seguridad.

Los medios humanos realizan su cooperación al sistema de una manera estática (puesto de vigilancia, controles, etc...) y de una manera dinámica, bien desplazándose pie a tierra o utilizando elemento móviles, tales como vehículos (automóviles, motocicletas, etc…), caballos e incluso en determinadas circunstancias helicópteros.

“El método básico de seguridad móvil es la patrulla, que consiste en la realización de unos recorridos, aleatorios o establecidos de antemano, a través de demarcación o zona, con dos misiones fundamentales: proteger e informar.”


La protección está basada, a su vez, en la prevención y la disuasión:


- Se protege una instalación si prevenimos la delincuencia en general, los incidentes (incendios, inundaciones, etc.) e incluso los accidentes laborales.


- La disuasión se consigue con la presencia del A.S.P. en la zona que patrulla, obteniendo una disminución del riesgo en la misma.


La información tiene su mejor fuente en la patrulla, que permitirá prevenir posibles daños e investigar los ya producidos, proporcionando un conocimiento permanente del estado de la instalación mediante los partes diarios de servicio y los informes de incidencias.

Para realizar su servicio con eficacia, la patrulla deberá:


- Observar.

- Conocer la instalación.

- Corregir situaciones defectuosas.

- Informar.


Observación


La observación es el proceso de recopilación de información utilizando todos los sentidos y los medios auxiliares disponibles. Se basa en advertir todo aquello que no está como debiera y en lo que está y no debería estar.


Conocimientos de la instalación


El conocimiento de la instalación es fundamental para poder observar bien, ya que mal se podrá apreciar si lo observado es correcto o no, si se desconoce cuál debe ser la situación normal de lo observado.

Se deberá conocer:


- El propio recorrido de la patrulla.

- La estructura física de la instalación.

- Las normas establecidas de la instalación.

- Los procedimientos establecidos ante emergencias.

- La ubicación de los equipos de emergencias.

- El personal propio de la instalación.

- El personal asiduo (proveedores, mantenimiento, etc.).

- Los vehículos fijos y asiduos.


Corrección de situaciones anómalas


Corregir situaciones anómalas será uno de los cometidos de los A.S.P. durante su servicio de patrulla, ya que en el desarrollo de este se encontrará con diferentes situaciones que deberá corregir para evitar incidentes y pérdidas y conseguir la vuelta a la normalidad.

Estas situaciones las podemos considerar dividas en tres grupos, según su importancia y gravedad:


Situaciones leves: son aquellas situaciones fácil y rápidamente solucionables por el A.S.P., para lo cuál deberá:


- Analizar la situación.

- Corregirla.

- Comprobar la vuelta a la normalidad.

- Informar.


Situaciones graves: son las detectadas pero no solucionables por el A.S.P., el cuál deberá:


- Aanlizar la situación.

- Comunicarla a la entidad correctora.

- Evitar que la situación se deteriore.

- Comprobar la vuelta a la normalidad.

- Informar.


Situaciones muy graves o de emergencias: son aquellas situaciones que pueden ser origen de una catástrofe, bien en el ámbito de la instalación, bien en ámbito público, en las que el A.S.P. deberá:


- Analizar la situación.

- Comunicarla con urgencia, según instrucciones.

- Aislar la zona.

- Canalizar la ayuda.

- Colaborar activamente en la corrección.

- Comprobar la vuelta a la normalidad.

- Informar.


TIPOS DE PATRULLAS


En cuanto al medio utilizado, ya se ha dicho que la patrulla puede realizarse a pie o motorizada, para lo que se deberán tener en cuenta los factores de tiempo, climatología, espacio o distancia, funciones, lugar donde realizarla, información a obtener, etc…


Patrulla a pie


Es la realizada por uno o más A.S.P. sin utilizar en el recorrido ningún medio mecánico ni animal para desplazarse. Sus ventajas pueden ser:


-Capacidad de sorpresa.

-Observación puntual y detallada.

-Mayor practicabialidad en algunos itinerarios.


Patrulla motorizada


También constituida por uno o dos A.S.P., es la que realiza el recorrido utilizando medios o animales para desplazarse, tales como turismos, vehículos todo-terreno, motocicletas, caballos, etc… Sus ventajas son:


-Cubrir áreas más amplias.

-Observaciones más amplias.

-Rapidez de respuesta ante emergencias.

-Uso del medio ofensiva y defensivamente.

-Utilización en condiciones climatológicas adversas.

-Mayor eficacia ante incidencias y catástrofes.

En cuanto a la forma de realizarla, tanto si es a pie como motorizada, podrá ser una de las siguientes:


Selectivas


Es aquella que, al programarla y posteriormente en su realización, pretende fijar una mayor atención en zonas o puntos determinados debido a sus características particulares.


Abiertas o vistas


Es aquella en la que se pretende, fundamentalmente, la disuasión, utilizando la presencia completamente visible de A.S.P., vehículos, animales, medios auxiliares, etc…


Discreta, o enmascaradas


Es la que se realiza tendiendo a conseguir la mayor discreción, intentando detectar o corregir situaciones que se vienen observando y que dan lugar a pérdidas o perjuicios de otro tipo.

En cuanto al horario en que se realizan, las patrullas pueden ser:


Diurnas


Son las realizadas con luz natural, obteniendo las ventajas que proporciona para la observación y los movimientos propios. Por el contrario, tiene el inconveniente de ser muy detectable ante un hipotético observador.


Nocturnas


Son las realizadas durante la noche, y serán muy frecuentes y necesarias por entender que el nivel de riesgo aumenta durante esas horas.

Tienen el inconveniente de una mayor dificultad de movimiento y observación, pero a la vez proporciona mayor protección propia. En las realizadas en época invernal, habrá que añadir como inconveniente las inclemencias de la climatología.

En cuanto al ritmo de realización, se pueden considerar las siguientes:


Periódicas


Realizadas a intervalos de tiempo determinado con una dependencia horaria, por lo que son fácilmente controlables por un observador, perdiendo así parte de su efectividad.


Aleatorias


No observan ningún tipo de rigidez horaria, aunque puede estar convenido el momento de su iniciación pero variándolo constantemente.

Son más eficaces por su difícil control exterior.


NORMAS DE REALIZACIÓN


Las patrullas deben tener en cuenta unas normas durante su realización para conseguir el máximo de eficacia con el mínimo riesgo.

Las más importantes pueden ser las siguientes:


-Utilizar, y comprobar previamente su estado, todo los medios o elementos auxiliares con que puede contar el A.S.P., siendo los más habituales los siguientes:


- Recopiladores de datos.

- Equipos de radio.

- Vehículos.

- Linternas, en su caso.

- Prismáticos, según el lugar y extensión del recorrido.

- Ropa adecuada al horario, estación y climatología.

- Perros adiestrados.


-Circular cerca de las paredes, muros o cualquier otro elemento que, en caso de necesidad, pueda proporcionar protección.

-Al doblar esquinas, separarse de la pared.

-Al entrar en locales, despachos, almacenes, etc., no dejar la llave en la cerradura exterior ni siluetearse en las puertas durante la noche.

-Si la patrulla es a pie y realizada por dos A.S.P., uno irá más adelantado que el otro, y este situado a la derecha o izquierda del que le precede, según que la cobertura existente esté a la izquierda o a la derecha, respectivamente.

Al doblar esquinas, el más atrasado se adelantará por el centro de la vía.

-Al usar la linterna, cuando sea necesario, deberá portarse lejos del cuerpo.

-En las patrullas motorizadas, comprobar el estado del vehículo en todos sus niveles antes de iniciarlas.

-Durante el desplazamiento, circular a 40 km/h como máximo.

-Las ventanillas del vehículo, caso de tenerlas, deben ir bajadas si lo permite la climatología.

-En un recinto cerrado, sin tráfico y con iluminación exterior suficiente, circular sin el alumbrado del vehículo.

-En caso de agresión, utilizar el vehículo como defensa.

-No realizar maniobras bruscas innecesarias durante la conducción.

-No trasladar en el vehículo a ninguna persona ajena a la patrulla, a no ser heridos o detenidos.



INTERVENCIONES DE PATRULLAS SOBRE VEHÍCULOS


La patrulla móvil sobre vehículo se podrá encontrar en situaciones de tener que controlar e identificar a personas y vehículos.

En el control de personas, se procederá como se ha indicado para la realización del control de seguridad a pie.

En el control de vehículos, los datos básicos para referenciar un vehículo son:


-Nº de matrícula.

-Marca.

-Modelo.

-Color.

-Nº de ocupantes.

-Sentido de la marcha.

-Características particulares.


Procedimiento en situación normal


a) A.S.P. Conductor:


- Detener el vehículo patrulla unos metros detrás, y medio vehículo a la izquierda del que va a ser controlado.

- Mantener en marcha el motor del vehículo patrulla.

- Informar por radio de los datos básicos del vehículo y del lugar exacto en que se va a efectuar el control.

- Colocar el radioteléfono en el asiento y apearse del vehículo protegiéndose con la puerta abierta.

- Proteger al A.S.P. que realizará el control, permaneciendo atento a la realización del mismo y al entorno.


b) A.S.P. acompañante:


- Apearse del vehículo patrulla por su puerta correspondiente y dirigirse el vehículo a controlar.

- Situarse próximo y a la izquierda del mismo, colocándose algo retrasado respecto a la puerta del conductor.

- Observar el interior del vehículo.

- Presentarse y anunciar su intención.

- Proceder a las comprobaciones usuales.


Procedimiento en situación de alarma


a) A.S.P. conductor:


- Informar por radio de los datos básicos del vehículo a controlar y del lugar exacto donde se encuentra.

- Al llegar a su altura, indicarle que debe detenerse mediante megáfono o indicación gestual.

- Apartar el vehículo a controlar hacia el arcén, bordillo o cuneta en el lado que ofrezca menos riesgo, obligándole a detenerse en la calzada.

- Apearse inmediatamente y buscar refugio en la parte posterior del vehículo patrulla, observando los movimientos del conductor del vehículo a controlar.

- Pedir al conductor que desconecte el motor y el alumbrado en su caso, y que se apee del vehículo con las llaves en la mano, colocándose apoyado sobre la parte delantera de su vehículo, dándole frente.

- Todo lo anterior se indicará verbalmente desde la posición inicial.

- A continuación, se procederá al control, identificación, cacheo y esposamiento si se considerase necesario.


b) A.S.P. acompañante:


- Apearse inmediatamente del vehículo por la puerta del conductor y buscar refugio en la parte anterior del citado vehículo.

- Solicitar a los ocupantes del vehículo a controlar, si los hubiera, que se apeen del mismo por la puerta de la derecha.

- Una vez fuera, se les indicará que se alejen del vehículo y se apoyen sobre los muros, paredes u otros vehículos, dándoles frente, y que esperen ser controlados.

- Todo se indicará verbalmente desde la posición inicial.

- Posteriormente, se procederá al control, identificación, cacheo y esposamiento si se considera necesario.

- Respecto a la defensa o al arma de fuego, caso de estar autorizado para portarla, se procederá en igual forma que se ha indicado para el control a pie en situación de alarma.



INTERVENCIONES DIURNAS Y NOCTURNAS


Se ha tratado hasta aquí de los diversos tipos de patrullas en las diferentes circunstancias en que se realiza este servicio y con los diferentes medios que pueden realizarse.

Por tener una incidencia especial en su desarrollo, la circunstancia de efectuarse de día o de noche, es decir, que la patrulla sea diurna o nocturna, se va a insistir específicamente en las diferencias existentes en uno u otro caso. Durante el día, el sentido más usado es la vista, que nos permite mejor información al tener mejor observación, y durante la noche, es el oído el mejor aliado de quien ejerce la vigilancia.

Es de gran importancia acostumbrarse a los ruidos nocturnos, no tener temor y saber distinguirlos y localizarlos, pero para ello es preciso un periodo de adaptación.

Para poder mantener la atención durante la noche, se deben tomar alimentos que permitan mantener el nivel de actividad, pero debe hacerse de una forma ligera para evitar adormecerse. Es bueno tomar zumos, leche, agua, etc…

La patrulla nocturna debe hacerse despacio, fijándose en todos los detalles que puedan alterar la seguridad, teniendo conciencia de la posibilidad de riesgo y las consecuencias que podría tener una actitud negligente. Debe fijarse especial atención en los puntos críticos y vulnerables, que durante la noche adquieren más importancia por aumentar la posibilidad de ser vulnerados.


Medios de apoyo


La linterna es un herramienta muy eficaz si se utiliza adecuadamente. Su uso se limitará a lo estrictamente necesario, y siempre se mantendrá separada del cuerpo al utilizarla. No hay que olvidar que, si un A.S.P. conoce perfectamente el lugar de trabajo y su entorno, la oscuridad será aliada suya.

El alumbrado puede prestar un triple apoyo, sirviendo para:


- Facilitar una adecuada posibilidad de vigilancia y observación.

- Servir de dispositivo de alarma, utilizándolo súbitamente.

- Dejar en penumbra zonas consideradas esenciales desde las que se pueda observar sin ser detectado.


También hay que considerar la importancia del apoyo animal con perros adiestrados, tanto en su faceta de detección de intrusos como de disuasión por su presencia.


Normas prácticas


Aunque algunas de estas normas se han citado anteriormente, recomendaremos que:


-El conocimiento del perímetro y de las entradas y salidas ayuda en el desarrollo de una patrulla nocturna.

-Nunca se debe mostrar un componente de la patrulla sobre un fondo luminoso.

-Tener en cuenta que al pasar de zonas iluminadas a otras que no lo están, la retina tarda un tiempo en adaptarse, durante el cual la visión no es correcta.

-La patrulla a pie, formada al menos por dos A.S.P., deben realizarse caminando ambos separados y teniendo especial cuidado de no iluminar al otro con la linterna en caso de utilizarla.

-Se debe prestar atención a los ruidos, que, una vez familiarizados con los habituales, permitirán detectar los que no lo son.

-Si se sorprende a una persona en una zona no iluminada correctamente, se debe utilizar la linterna dirigiéndola sobre el rostro mientras que el otro A.S.P. actúa.

-La patrulla sobre vehículos, en polígonos o urbanizaciones suficientemente iluminadas y cerradas al tráfico, debe circular sin el alumbrado del vehículo.



COMUNICACIÓN CON LAS FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD


La Patrulla es un servicio que, por su especial situación de aislamiento en que se realiza, debe mantener asegurado el enlace con su propia central de control, y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad cuando los medios de que disponga lo permitan.

La patrulla a pie, normalmente, no podrá establecer esa comunicación directa con dichas Fuerzas. En caso de ser necesario requerir su presencia, deberá hacerlo a través de la citada central de control. Las patrullas motorizadas, que tienen la posibilidad de tener instalado en su vehículo un medio radio de potencia suficiente, podrán establecer la comunicación directamente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, debiendo mantener reservado un canal de su emisora para materializar ese enlace en caso de emergencia que requiera su presencia en el lugar del recorrido de la patrulla.


“Mantener la comunicación con las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad debe ser una preocupación permanente para el personal de seguridad privada, cualquiera que sea el servicio que estén desarrollando”.


En relación con la comunicación, que de manera general debe establecer el personal de seguridad privada con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el articulo 97 del Reglamento se Seguridad Privada dice que “los jefes de seguridad canalizarán hacia las dependencias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad las comunicaciones a que se refiere el articulo 66 de este Reglamento, y deberán compadecer a las reuniones informativas o de coordinación a que fueren citados por las autoridades policiales competentes”.


En el citado articulo 66 en su punto 2 dice: “… deberán comunicar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tan pronto como sea posible, cualesquiera circunstancias o informaciones relevantes para la intervención, así como todo hecho delictivo de que tuviesen conocimiento en el ejercicio de sus funciones”.