martes, 19 de junio de 2012

Las lesiones del vigilante de Mata fueron causadas con un objeto contundente

El vigilante de la obra del Castillo de Mata que falleció tras ser agredido, recibió numerosas lesiones, diez de ellas en la cabeza, la mayoría causadas con un objeto contundente y de cierto peso, según han explicado hoy los médicos forenses al jurado de la Audiencia de Las Palmas.
En la segunda sesión del juicio que se celebra contra el acusado de su muerte, Ramón M.G., los dos forenses han destacado que el vigilante sufrió una conmoción cerebral a causa de un fuerte golpe en el cráneo y tenía destrozada la nariz, lo que le causó una insuficiencia respiratoria aguda y la obstrucción de las vías respiratorias, que provocó su muerte en pocos minutos.
Según ha indicado uno de los peritos, a preguntas de la abogada de la defensa, no se puede descartar que las lesiones fueran provocadas con los nudillos de la mano como asegura el acusado, pero advierte de que es mucho más probable que fueran causadas por un objeto contundente que podría ser una barra metálica, como sostienen las acusaciones.
Los forenses explicaron que también pudo existir un forcejeo entre ambos porque se halló en las uñas de la víctima restos de piel compatible con la del acusado, y que el fallecido pudo intentar evitar la agresión, pues existen lesiones de defensa en sus muñecas.
En esta sesión del juicio, también ha declarado tras un biombo la mujer que alertó a la policía de que se estaba produciendo una pelea en el Castillo de Mata la noche del 15 de marzo de 2011.
Según la testigo, precisamente fueron los ruidos procedentes del Castillo lo que la despertaron, por lo que se asomó a la ventana y, aunque no pudo ver nada, salvo un bulto que se movía en la oscuridad, sí pudo escuchar gritos típicos de las peleas y ruidos por golpes en las vallas metálicas "muchísimas veces".
Un hijo de la víctima y la viuda también han declarado ante el tribunal, y han comentado que el fallecido nunca había tenido problemas con nadie, era una persona querida y tenía buen carácter el fallecido, quien sorprendió al acusado robando cable de cobre.
Estas cualidades también han sido reseñadas por el jefe de obra del que era "la columna vertebral" de la familia, según ha dicho su hijo, pues económicamente todos dependían de él.
El acusado, con numerosos antecedentes penales y condenado por un delito de robo con violencia, se enfrenta a una pena de 15 años de prisión por un delito de homicidio y otro de tentativa de robo, pena que podría elevarse hasta 22 o 25 años de prisión si prospera la petición formulada por las acusaciones particulares.
La acusación ejercida por la viuda del fallecido considera los hechos como un asesinato con alevosía y ensañamiento, al igual que la ejercida por la empresa OHL encargada de la obra, aunque la petición de pena de esta última es de 22 años de prisión, según ha señalado hoy el abogado al concluir la prueba testifical y pericial.
La acusación ejercida por OHL inicialmente calificó los hechos como un homicidio.
La defensa del acusado sostiene que o bien el vigilante actuó en defensa propia o fue un homicidio involuntario, por lo que pide una pena de un año de prisión por estos hechos y otro año de cárcel por el delito de tentativa de robo.
La acusación particular ejercida por la viuda del fallecido y el abogado de OHL reclaman además una indemnización de 180.000 euros por responsabilidad civil, que el Ministerio Fiscal cifra en 70.000.
El letrado de OHL solicita también un delito de daños con una pena de una multa de 10 euros por día durante dos años y el pago de los daños causados en la obra, que los peritos cifran en 765 euros, y que exigen también las otras acusaciones.
El jurado, tras la conclusión de la vista oral, deberá decidir ahora sobre la culpabilidad o no del acusado.


FUENTE:   http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1193762

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